Científicos del Hospital Universitario Bispebjerg de Dinamarca demostraron que el running o "correr" puede prolongar la vida. Concretamente, correr entre una hora y dos horas y media a la semana, distribuidas en dos o tres sesiones y a un ritmo medio, puede aumentar la longevidad hasta 5,6 años en hombres y 6,2 años en mujeres.
El estudio, iniciado en 1976 para analizar la salud cardiovascular de una población de 20.000 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 93 años, demostró que el hábito de correr tiene efectos visibles sobre el riesgo de mortalidad, que en los experimentos se redujo hasta un 44% en quienes se ejercitaban en forma regular.
Para obtener estos beneficios no es necesario trotar a gran velocidad, "basta con llevar un ritmo lento o promedio, deben notar que respiran con más dificultad que cuando caminan, pero nunca quedarse sin aliento", destacaron los científicos que presentaron su estudio en la Conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología.
“Los resultados de nuestra investigación nos permiten afirmar que correr es bueno para la salud. Y si se practica regularmente, aumenta la longevidad”, comentó Schnohr, cardiólogo y jefe del estudio.
La carrera proporciona múltiples beneficios: eleva la captación de oxígeno, aumenta la sensibilidad a la insulina, mejora los perfiles lipídicos (incrementando las HDL o "colesterol bueno" y disminuyendo los niveles de triglicéridos), hace descender la presión sanguínea, mejora la función cardíaca, la densidad ósea, el funcionamiento del sistema inmunitario, reduce los marcadores de inflamación, previene la obesidad y mejora el bienestar psicológico.